
En otras palabras, y de momento, somos Venus en Rabia.
Sacando todo tipo de connotación sadomasoquista de por medio, remitiéndonos únicamente a una cuestión-base puramente caprichosa ("nos gusta la canción/nos gusta la banda"), el ejercicio de (re) apropiación y del nombre nos pareció sumamente interesante, en tanto que refería a Venus, imagen poderosísima que se perfilaba como el entrecruce simbólico perfecto para hablar de dos cuestiones sustanciales al imaginario del grupo: políticas de género y sexualidad. Históricamente, lo femenino fue concebido bajo el signo de Venus (representante del erotismo, la sensualidad, la fragilidad, la sensación, la fertilidad), por oposición a lo masculino-Marte (encarnando el espíritu bélico y dominante, la pasión autoritaria). Si en la imaginería socio-cultural de lo femenino (consignados a un determinado concepto de mujer como de hombre homosexual) confluyen ciertos valores puramente abstractos que consideramos positivos (sensibilidad, sexualidad, sensación), resulta tentadora la idea de reapropiarse de cierta iconografía femenina y transformarla enfáticamente feminista (lo femenino parte de una normativa imposición exterior, funcional a una maquinaria socio-simbólica patriarcal y hetero-sexista; mientras que lo feminista es el emancipador proyecto de una decisión individual y situada, que toma como plataforma discursiva la dialéctica de lo personal y lo social, lo privado y lo público), descartando conceptos que consideremos perjudiciales o repudiables (promover y naturalizar el vínculo servil de la mujer a la maternidad, a la fertilidad, a la fragilidad y a la sumisión; en síntesis, anclar a la mujer a un destino biológico, inmanente e irrevocable). La nuestra entonces sería una Venus autoconsciente, autoconstruída, una Venus en armas, una Venus en rabia (reivindicando una forma de belleza que sólo será convulsiva o no será).
Por otra parte, la iconografía venusina siempre se usó como metafórica alusión al mundo erótico (no sólo hay que buscarlo en los mitos... ¿recuerdan el famoso canal codificado de los 90s?); en ese sentido, nosotrxs partimos de Venus, hacemos de ella/él tabula rasa y lo reformulamos como una forma posible de entender la sexualidad, un alter-eros (aclaro que el uso de la terminología latinista no pasa por el lado de la careteada Grondoniana -puajjj-, sino por la necesidad de remitirnos a la misma carnadura etimológica de las palabras y comenzar a operar -sentido quirúrgico totalmente justificado- desde allí dentro): la efusiva celebración del un eros otro y posible (liberador, anti-autoritario, simétrico y dialógico) como canal de liberación y forma de acceso a una conciencia (propia y colectiva).
A través de este blog, publicaremos las actividades, pensamientos y lecturas recomendadas de este grupo en plena ebullición, más enlaces a otros grupos y movimientos-compañerxs de acción :)
¡Desde aquí, los invitamos a leernos y a conversar con nosotrxs!
Buena onda el proyecto, ademas de poseer caracteristicas y ambiciones casi imprescindibles en esta época de valores tan banales e impuestos sin que nadie se pare a preguntar por qué.
ResponderEliminarUn solo detalle, por qué la decoración es tan rosa?
¡Hola Shampoo! Muchísimas gracias por el comentario: nos animamos a ser ambiciosxs, febriles, demandantes, críticxs, queremos hacer de todo un acto de (auto)afirmación política, sin miedo a caer en la contradicción (mejor la contradicción que la ambivalencia) y sobre todo, con mucho sentido del humor y ánimo lúdico. El rosa es un template ya preseteado por blogspot, era el que de momento parecía más fácil de leer y el color (rosa, también puede ser violeta) sirve temporalmente a modo de anclaje identitario, necesidad de sembrar vínculos ideológicos, sentar enlaces conceptuales y reenviar a otros grupos y movimientos con los que nos sentimos identificados y a los que sentimos compañerxs de rabias y pasiones. Igual el formato es más que provisorio, pide a gritos una intervención :)
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